domingo, 21 de septiembre de 2008

Ventiuno de septiembre de 1778

Muy querida prima,

Las noticias que me traes de Buenos Ayres me sorprenden bien poco. Las administraciones virreinales, en general, están dando multitud de problemas, y la autoridad del soberano no se termina de asentar ni en la propia península, donde algún que otro barón añorante de los viejos fueros con los Austrias anda obstaculizando las leyes que rigen en España.

Pero hay malas noticias. En la ciudad condal, uno de los auxiliares de Su Eminencia ha caído gravemente enfermo. Te ruego una oración por el alma de Monseñor Carrera. Sin duda Su Eminencia perdería a un gran hombre, y su gestión al frente de su diócesis ya está bastante enturbiada por la polémica, como para perder a un buen servidor.

En el plano personal, querida prima, me da la impresión que añoras nuestra Guipuzcoa natal como el agua el desierto. Dejame decirte que la situación que aprehendo de las postas es poco halagüeña. Todas las vascongadas se han convertido en tierra de delincuentes y bandoleros, donde los caballeros que manda Su Majestad son perseguidos en el nombre de Euskal Herría. No daba crédito a esas insensateces hasta que me las dijo un jóven novicio, que acaba de ser enviado a Madrid. Y por lo visto ha traído tristes noticias, ya que esos bandidos han intentado cometer sus fechorías esta semana, alguna de las cuales ha tenido éxito.

Enfin, espero que todas estas desgracias acaben pronto. Hemos de rezar mucho para que la paz retorne a nuestras tierras.

Os renuevo mi abrazo en Christo nuestro Señor y ruegos por Vos,

Manrique Zabala de Arízona, OP.

No hay comentarios: